En 2010, el Ministerio de Asuntos Exteriores irlandés elaboró unas Directrices para embajadas y misiones irlandesas sobre personas defensoras de los derechos humanos. El documento contiene directrices operativas para las misiones, el «papel potencial de las embajadas y misiones» en su protección, así como las oportunidades y retos a los que se enfrentan las embajadas y misiones a la hora de apoyar a las personas defensoras de los derechos humanos.
Las directrices definen el planteamiento irlandés de apoyo a las personas defensoras de los derechos humanos (DDH o personas defensoras) a escala internacional y establecen formas en que las embajadas pueden apoyar a las personas defensoras, como respuestas a los «llamamientos de emergencia» presentados por la organización de la sociedad civil irlandesa Frontline Defenders. Las respuestas mencionadas son la deslocalización o la financiación, centradas principalmente en las personas defensoras que se enfrentan a un riesgo inminente como consecuencia de su trabajo. Se ofrecen medidas opcionales para mejorar el apoyo, como ofrecerse voluntario como punto de contacto clave para las personas defensoras de los derechos humanos en el país de la misión u organizar actos y reuniones con personas defensoras de los derechos humanos. Sin embargo, los puntos de acción proporcionados en estas directrices parecen limitados y se presentan como opcionales, nunca vinculantes.
Otros países han aplicado una legislación similar, principalmente europeos que han desarrollado una aplicación separada de las Directrices de la UE sobre Personas defensoras de los Derechos Humanos (algunos ejemplos son Finlandia, Reino Unido y Suiza). Protection International no considera este tipo de legislación como una política nacional de protección de las personas defensoras de los derechos humanos, en primer lugar porque las directrices no son vinculantes. En segundo lugar, porque dichas directrices no se aplican a las personas defensoras de los derechos humanos dentro del país que las adopta. No obstante, estas medidas pretenden contribuir a crear un entorno propicio para las personas defensoras de los derechos humanos en los países en los que Irlanda trabaja en misiones en el extranjero, ya que proporcionan un punto focal sobre el terreno dedicado a prestar asistencia a las personas defensoras de los derechos humanos mediante (entre otras actividades) la facilitación de espacios de debate o la prestación de apoyo ad hoc a las personas defensoras de los derechos humanos que lo necesiten.
Encuentren la publicación original aquí en inglés (Humanrights.ch).