Junto con las coaliciones nacionales de defensores de Malí, Costa de Marfil, Burkina Faso, Sierra Leona y Níger, el SIDH ha publicado una recopilación de buenas prácticas para proteger a las personas defensoras de los derechos humanos y apoyar su trabajo en tiempos de crisis.
La aplicación de medidas restrictivas y otras directivas para frenar y detener la propagación del COVID-19 han afectado al modo en que las personas defensoras ejercen su trabajo. Además de los retos a los que se enfrentan cada día, la gestión de la pandemia por parte de varios Estados de África ha participado en la reducción del espacio cívico y democrático en una región en la que ya es estructuralmente limitado. En estos contextos, y en tiempos de crisis, es esencial garantizar el acceso a su trabajo y a la defensa de los derechos humanos.
El objetivo de este estudio es ofrecer un análisis del impacto de las medidas restrictivas de la COVID-19 sobre los derechos y libertades de las personas defensoras en Burkina Faso, Costa de Marfil, Mali, Níger y en Sierra Leona. Refleja las estrategias desarrolladas y establecidas por las organizaciones de la sociedad civil para seguir trabajando mientras hacen frente a las medidas coercitivas, pero también los esfuerzos positivos y la contribución de los Estados y otros actores que les permiten hacerlo.
Esta publicación también ofrece un conjunto de recomendaciones para mejorar la protección de las personas defensoras y la preservación del espacio cívico en tiempos de crisis. Esta investigación es una herramienta de incidencia ante los mecanismos nacionales, regionales e internacionales de derechos humanos para luchar contra el uso abusivo de medidas coercitivas en tiempos de crisis y garantizar la protección de las personas defensoras en todo momento.